Comenzaban los años sesenta cuando un jovencísimo Bob Dylan se hacía músico en las calles y pequeños clubes estadounidenses. Esta gran figura del folk-rock es sólo un ejemplo de la cantidad de artistas que han aprendido en las calles. Sin embargo, la calle como escuela musical se extingue poco a poco en España y las limitaciones y sanciones a la música callejera se suceden. Por ejemplo, en las calles del centro de Madrid, desde el 26 de septiembre del año pasado, la música callejera es ilegal sin autorización previa. Es lo que dice la Normativa para el Plan Zonal Específico de la Zona de Protección Acústica Especial del Distrito Centro; el epitafio que el Ayuntamiento de Madrid aprobó para reducir la cultura en la capital, equiparando la música con ruido. ¿Qué diría Bob Dylan si llegasen los municipales a sancionar su música y quitarle la guitarra? ¿Y sus seguidores?
Saxofonista en el Retiro (Alicia Ruiz)